La ciudad condal se extiende mucho más allá de los puntos turísticos. Para vivir en ella, dispone de rincones mucho más deseables que el bullicioso centro. La particular orografía de la ciudad, provocó que la ciudad se ensanchara y subiera por las colinas. Éste es el origen del barrio del Carmel.
Un poco de historia
Las primeras edificaciones surgieron en el último cuarto del siglo XIX, y fueron casas de veraneo. Segundas residencias de familias acomodadas de la ciudad, donde podían tener terreno para cultivar y pequeños huertos. Un conjunto de casas de segunda residencia para familias barcelonesas.
Fue pasada la Guerra Civil Española cuando se convirtió en barrio, acogiendo numerosas construcciones informales de los recién llegados a Barcelona. El chabolismo se convirtió en autoconstrucción y durante los años 60 y 70 se construyeron las primeras promociones de pisos reguladas y se ordenó el tejido urbano, convirtiéndolo en un barrio con todos los servicios y prestaciones.
A pesar de sus grandes pendientes y sus enroscadas calles, su proximidad con la naturaleza y proximidad con el tejido urbano de la ciudad convirtió al Carmel en un barrio muy popular. Con grandes vistas y tranquilidad.
Vistas y zona verde
La principal virtud y característica distintiva del barrio del Carmel es el hecho de que esté edificado entre colinas.
Esto proporciona unas vistas privilegiadas de 360º sobre la ciudad. Tanto en la vertiente de Font d’en Fargues y Horta como en la vertiente mar que cae en Vallcarca, Guinardó y el parque Güell.
El barrio del Carmel está limitado por 3 colinas. La colina del Carmel, la colina de la Creueta del Coll y el Turó de la Rovira. Esto conforma un gran parque verde y frondoso, un infinito entramado de caminos a través del bosque donde pasear, correr o ir en bicicleta.
Comunicaciones y servicios
El barrio del Carmel está muy bien comunicado gracias a la parada de metro homónima del Carmel (L5). A raíz de su conexión con la ciudad, el barrio del Carmel se vio inmerso en un gran plan de remodelación y reestructuración para acabar con cualquier recuerdo de la marginalidad.
El barrio recibió los equipamientos necesarios para su prosperidad, se actualizó y modernizó creando un efecto llamada para muchos barceloneses. Ahora el Carmel es un barrio popular y atractivo con todas las posibilidades
Lo que durante un tiempo fue un barrio poco atractivo, debido a su orografía y aislamiento, en la Barcelona del futuro, El Carmel toma ventaja de su propia idiosincrasia, ofreciendo un estilo de vida donde poder observar la ciudad desde las alturas y rodeado de naturaleza.
